Y después del almuerzo…

Suele suceder que después de una comida de sabores intensos como una paella mixta (de mariscos y carnes) nos queda una sensación de pesadez estomacal y un deseo no específico de tomar algún brebaje para hacer un cierre a gusto.

Pues bien, un digestivo vendría bien para ese momento. Un digestivo es una bebida de licor fuerte y dulce, como el wiski, brandy o coñac que se consume después de una comida con el propósito de ayudar a la digestión y producir una sensación de bienestar. En Café CETO tenemos una propuesta de un digestivo para ese momento especial.

Ante todo, recordemos que los sabores se perciben en la lengua básicamente en cinco partes receptoras. En la punta de la lengua se perciben los sabores dulces activados por la sacarosa, la fructosa. El salado se percibe en los lados frontales de la lengua, activados por los iones de sodio. El ácido en los lados posteriores de la lengua, activados por el ácido cítrico y el amargo en la parte posterior de la lengua, activados por la cafeína, la quinina. Hay un quinto sabor el Umami descubierto en Japón en 1908, por el científico Kikunae Ikeda. El umami es un sabor activado por el glutamato monosódico que potencia el sabor salado natural de las comidas y produce la percepción general de “sabroso”.

Veamos entonces, el paso a paso de nuestra propuesta.

Licores. Hay gran variedad, de la cual solo vamos a proponer cuatro.

• Baileys. Originario de Irlanda, es un licor de wiski, crema de leche, chocolate y vainilla con un 17% de alcohol.
• Drambuie. Originario de Escocia. Es una mezcla de wiski, miel de brezo hierbas aromáticas y especias como la nuez moscada y azafrán. Tiene el 40% de volumen de alcohol.
• Sheridan. Licor Irlandés, que presenta dos secciones cada una con un licor diferente. Una sección de 1/3, de licor de vainilla y chocolate blanco. La otra, 2/3, de licor de café y wiski y chocolate. Tiene un volumen del 20% de alcohol.
• Amaretto. Originario de Italia, de una ciudad llamada Saronno. El amaretto es una mezcla de los huesos de albaricoque (dulce), almendras (amargas), azúcar caramelizada y de diecisiete plantas y frutas aromáticas, como la vainilla, melocotón (durazno) y cereza. Su volumen de alcohol es del 30%.
• Café CETO. Café de origen Colombia. Café CETO se caracteriza por ser una bebida de taza limpia, acidez y cuerpo equilibrado, aroma y sabor pronunciado a chocolate, panela y cítricos.

Ahora el procedimiento. Sirve una copa aguardientera hasta dos centímetros, por persona.

Luego prepara las tazas de café deseadas. De 8 a 10 g por taza de café, según la intensidad deseada. Una taza de café CETO equivale a 200 mL. Elija el método de preparación que mejor le guste. Yo recomiendo la preparación por goteo V60. En otra oportunidad hablaremos de los métodos de preparación. Y sirva el café. Y muy importante, sin azúcar. Ya el licor se encarga de endulzarlo.

La primera tentación es la de revolver el café con el licor en la taza. No por favor, ¡nos perdemos de lo mejor! La experiencia nuestra es:

Toma un sorbo de café y lo deposita debajo de la lengua, en seguida hace un enjuague bucal y lo bebe. De esta manera ha percibido todos los sabores del café (el umami) y le ha enviado al cerebro el mensaje de “estoy tomando café”.

Luego toma otro sorbo de café lo retiene debajo de la lengua y toma un pequeño sorbo del licor y lo mezcla en la boca haciendo un fuerte enjuague bucal para que haya una explosión de sabores y finalmente lo bebe suavemente. Y oooh ¡Café CETO, sabores que deleitan tus sentidos! La grata experiencia de finalizar un delicioso almuerzo con un maravilloso y sencillo café entre familiares y amigos.

Publicado en julio de 2024